Cuando era pequeña, no me gustaba hablar en público; me ponía muy nerviosa, incluso al leer en voz alta. Lo odiaba y me daba miedo hacerlo. Sin embargo, ya sabes lo que dicen: cuidado con lo que te da miedo, pues eso es lo que atraes.
Así que, cuando crecí y me ofrecieron dar clases en la universidad, la primera vez lo rechacé. ¿Yo, hablar en público? Ni loca. La segunda vez también lo rechacé, pero la tercera vez me pregunté: “¿Y qué tal si me estoy perdiendo de algo?”
Entonces me preparé, afronté mis miedos, y aquello que tanto detestaba terminó siendo algo que disfruto mucho. Lo que me enseñó la vida es que, al enfrentar un miedo, muchos regalos vienen detrás. Eso que quieres manifestar, ese sueño que tanto deseas, puede estar a solo un miedo de distancia y no lo sabes.
Pero esta historia no termina aquí. Hoy, mi niño de 7 años habló en público. Su maestra me contó que estaba muy nervioso, así que platiqué con él. Le conté todo lo que me había pasado y le expliqué que entendía perfectamente por lo que estaba pasando. También quería que supiera que aquello que pospones, tarde o temprano, la vida te lo pone enfrente. Él podía decidir cuándo superar esos nervios.
Esta era una excelente oportunidad para hacerlo. Le enseñé lo que sé y, al final, le dije: “Es tu decisión, tú eliges”. Y lo hizo. Me contuve para no llorar cuando lo vi ahí, enfrentando sus miedos. Me sentí muy orgullosa de él; fue tan inspirador que incluso me motivó a enfrentar un miedo mío.
Así que quiero decirte que no importa cuánto quieras aplazarlo, no importa si es perfecto o no. Solo quiero decirte lo liberador que se siente lograr eso que tanto has estado evitando. Te sientes como una campeona, un ganador, invencible.
Esa es mi invitación para ti hoy: empieza por un miedo, aunque sea pequeño. Si lo haces, vas a sentir cómo poco a poco recuperas tu esencia, tu poder, tu confianza en ti misma.
Y lo mejor de todo es que vas a manifestar un deseo. Si quieres conocer las otras estrategias para manifestar un deseo, búscame y te diré cómo.
Te mando un fuerte abrazo y recuerda: ese sueño está a solo un miedo de manifestarse.