Cada vez que tienes una discusión o un desacuerdo, ya sea con tu mamá, papá, hermanos, parientes, jefes, colegas, amistades y más, y que a causa de esta riña se pierde el lazo de amistad, el trabajo o se ve afectada la relación, se despierta en ambos el deseo de alejarse del otro y esto se convierte en una carga que se va arrastrando, en un cordón que te ata y te impide avanzar.
A veces se nos olvida y creemos que esa carga se quedó atrás. Sin embargo, el Universo de alguna u otra manera se encarga de mostrártelo. Y muchas veces lo único que falta para liberarte de ello es perdonar.
En ocasiones, el resentimiento no es con una persona sino con la situación vivida. La mayoría de las veces estamos creando expectativas de cómo debe o va a suceder una situación, y al no suceder de esa manera o en el tiempo esperado, aumenta este resentimiento, como si fuera una decepción hacia la vida…
Date cuenta de cuánto tiempo llevas cargando todo esto… Observa cuánto tiempo llevas cargando ese “no puedo perdonar”.
Creemos que esto NO nos afecta a nivel energético, pero la verdad es que muchas veces nos afecta en todo: desde que se concrete un proyecto, un sueño, viajar, tener más dinero, tener una pareja o incluso tener una relación estable, la verdad es que el no perdonar se convierte en un ancla a ese lugar, a esa situación, a esa persona…
Algunas personas me han dicho “yo ya perdoné”, “ya está todo olvidado”, sin embargo, el Universo les sigue mostrando la misma Lección de Vida… Otras personas me han dicho “yo no puedo perdonar”, “no sé cómo… ”.
Recuerda que estamos aquí para acompañarte en este y otros temas en la terapias en línea.
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Te mando un fuerte abrazo.
¡Recuerda que la libertad está en ti!