Hoy es un gran día para romper paradigmas, así que comencemos: ¿para qué me sirve la empatía? La empatía es el segundo paso que propongo para crear una MENTE MÁS COMPASIVA.
Ahora bien, ¿qué es la empatía?
“Ponerse en los zapatos del otro” es lo que más escuchamos sobre este concepto, sin embargo, Harvad Business Review complementa esta teoría. La empatía consta de 3 partes:
- La habilidad de entender el punto de vista de la otra persona. ¡Híjole! Para lograr esto, primero hay que aprender a salirte de ti misma, por un momento olvidarte de tus problemas, creencias, de tu mundo, de esos temas que tanto te obsesionan y abrirte a las creencias de la otra persona, sin importar si estás o no de acuerdo y abrirte a esta curiosidad de por qué esa persona cree, piensa o siente lo que te comparte. Este paso es más mental que emocional.
- La capacidad de sentir lo que el otro siente. Esto puede ser más fácil para algunas personas. Sin embargo, podemos caer en el error de creer que sabemos lo que el otro siente. En este punto lo que necesitas conocer, son tus emociones, poderlas nombrar y saber cómo manejarlas, en pocas palabras, estar en contacto contigo.
¿Por qué es relevante esto? Porque en este punto te puedes camuflar con el otro, olvidarte de ti y comenzar a cargar energéticamente al otro. No tienen idea lo frecuente que escucho esto en terapia donde el cliente se siente abrumado por estar preocupado por el otro (el hij@, la mamá, el abuel@, la escuela del niño, el trabajo del esposo, la pareja…) Entonces ¡CUIDADO! ¿Estoy cargando a esta persona? ¿Estoy cargando lo que NO me corresponde? Empatía no es igual a cargar.
3) Comprender lo que la otra persona necesita de ti.
¡Wow! Este punto es el que más me puso a reflexionar… A veces la persona sólo necesita ser escuchada, sólo necesita un abrazo, o tal vez necesita que le pongas un límite. ¿Cómo saberlo? Esta respuesta está ligada a que tanto te conoces y que tanto te escuchas a ti misma. Y es muy válido no poder darle al otro lo que necesita, más si tu misma no te puedes dar lo que tú necesitas.
Al final la empatía se convierte en una virtud del Alma
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